Noticia de El País del 17 de abril

En un giro sustancial respecto a lo que ha sido tradicionalmente la política de lucha contra el tráfico de estupefacientes en Estados Unidos, la Casa Blanca presentó ayer un Plan Nacional sobre Drogas que, por primera vez, convierte en objetivo prioritario el tratamiento y la prevención de la drogadicción como una enfermedad, y relega a un segundo plano la detención y condena de los consumidores. Esa estrategia supone la culminación de un cambio iniciado por Barack Obama al llegar al Gobierno de la nación, en 2009, cuando se propuso invertir más recursos en ofrecer tratamiento médico a los adictos y menos en su persecución policial.