Está sucediendo en nuestras sociedades. Se está imponiendo una manera de vivir demasiado superficial en muchos casos y basada principalmente en la aprobación de los demás a través de las redes sociales. Los que más caen solemos ser nosotros, los más jóvenes, que hemos crecido rodeados de tecnologías, viendo a través de la televisión e internet la “sociedad del espectáculo”, donde es desinterés por la cultura y el físico se premian más que el esfuerzo intelectual. Modas y usos sociales se proyectan de los medios cada vez más globalizados hacia nuestras mentes y sin darnos cuenta nos manipulan para actuemos de determinada manera, consumamos determinados productos y “creemos” una cultura determinada. Parece que el selfie es la nueva expresión de la cultura. Mientras la literatura pierde adeptos el “postureo” los gana. Y vivir hacia fuera implica dedicar menos tiempo hacia dentro, con las consecuencias que eso puede tener: autoestima y felicidad dependientes de lo externo.

Os dejo un artículo relacionado, corto e interesante sobre el tema y un vídeo de 2 minutos que hace un gran resumen de lo que está por venir de lo que está sucediendo.