La cafeína aumenta el estado de alerta, reduce la sensación de cansancio y fatiga debido a su efecto analgésico y mantiene el estado de vigilia. También estimula el centro respiratorio produciendo un efecto broncodilatador, aumenta la presión arterial y produce vasodilatación muscular. Además, la cafeína estimula la secreción de ácido gástrico y tiene un efecto diurético. A largo plazo, puede generar tolerancia.
Los efectos de la cafeína aparecen a los 10 minutos de ingerirla, aunque entre los 30 y 45 minutos después de su consumo es cuando se alcanza la máxima concentración de cafeína en sangre. Se elimina por el hígado entre las 3 y las 6 horas después de su consumo, aunque puede variar considerablemente en función de la edad, el peso, la ingesta de medicamentos o el estado del hígado.
La referencia de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) con respecto a los milígramos aproximados que contienen alimentos con cafeína (que variarán en función de la marca comercial y de las diversas variedades de café) son los siguientes:
- Taza de café colado de 200 ml ——————————– 90 mg
- Lata de bebida energética de 250 ml ——————— 80 mg
- Lata de bebida energética de 330 ml —————-— 105 mg
- Taza de café negro (expreso) de 60 ml —————– 80 mg
- Taza de té negro de 220 ml -——————————— 50 mg
- Lata de refresco de cola de 330 ml ———————– 50 mg
- Barra de chocolate de leche de 50 g ———————– 10 mg
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) establece el límite de cafeína diaria en 400 mg para una persona adulta sana (200 mg para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia). Sin embargo, en caso de que la cafeína se tome en formato de bebida energética o en combinación con alcohol, el límite recomendado se fija en 200 mg por día.
El DSM-V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) considera que la cafeína puede producir intoxicación, tolerancia, abstinencia y trastorno del sueño y ansiedad.
La cafeína puede considerarse una droga de abuso, ya que posee propiedades reforzadoras positivas, produce tolerancia (necesitarás cada vez más cafeína para obtener el mismo efecto estimulante) y, cuando cesa su consumo, aparecen síntomas de abstinencia (dolor de cabeza y cansancio durante unos días).
No obstante, la mayoría de las personas hacen un consumo razonable y responsable, y los problemas de magnitud clínica asociados a su consumo son infrecuentes.
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