No cabe duda de que la ciencia, a través de la investigación, nos ayuda a generar nuevos conocimientos con el objetivo, muchas veces, de mejorar el bienestar de la sociedad y de ampliar, otra vez, su conocimiento sobre el mundo que nos rodea.

Pero en ocasiones podríamos decir que la ciencia no es del todo objetiva. Llevar durante años una investigación puede hacer que el ánimo de conseguirlo nuble la percepción y se lleguen a ver resultados más adecuados que otros. Si la hipótesis ha fallado la investigación ha ido bien, de eso se trata, de fallar y en ocasiones dar con la solución adecuada. Publicar los errores es también una manera de que otras personas no sigan unos pasos que no llevan ningún lugar. Los aciertos y los errores nutren de igual manera al conocimiento.

Esto son cosas que ya sabéis, o que os dirán en algún momento de vuestra carrera pero que nunca está de más recordar. Aquí os dejamos con una charla TED sobre el tema que ilustra bastante bien el estado actual de la ciencia y de las publicaciones científicas y las consecuencias para ¡la salud!